Octubre de 2010 fue el comienzo de lo que me está sucediendo ahora. Trabajaba como Jefe del Gabinete de Comunicación del Ayuntamiento de Mogán, en Gran Canaria. Mogán es un municipio precioso situado en el sur de la isla que recomiendo visitar al que no haya tenido la oportunidad de estar.
Tenía un empleo cómodo, rutinario y sin presión de ningún tipo, que apenas exigía de gran esfuerzo para llevar bien en el día a día. Además, por ser en una administración pública disponía de un muy buen horario y sueldo. En apariencia, un trabajo ideal.
Sin embargo, había algo en mí que no funcionaba desde hacía tiempo; la motivación. Había perdido las ganas y la ilusión por un trabajo que no me llenaba lo suficiente y en el que tenía la sensación de estar perdiendo el tiempo y desaprovechando unos años importantes en mi carrera profesional. Me preguntaba a mí mismo el porqué de lo que me estaba ocurriendo, pero era incapaz de encontrar una respuesta convincente. Mi desánimo era patente.
Octubre de 2010. Dejo de trabajar en el Ayuntamiento de Mogán. Las circunstancias son lo de menos. Lo realmente importante fue la sensación de alivio y bienestar que recorría mi cuerpo. Era libre para decidir mi futuro y experimentar con nuevos desafíos profesionales.
Enero de 2011. Me traslado a Madrid con aires renovados y, por encima de todo, positivismo. Soy de los que cree que en la vida hay que ser consecuentes con las decisiones que uno toma. Si uno de cae, tiene que levantarse, no queda otra. Para bien o para mal, no he nacido para estar de brazos cruzados ni lamentándome.
Inicio un curso de Técnico en Community Management y Redes Sociales en Inesdi, en el que estoy formándome durante seis meses. Vuelvo a ver la luz y a sentirme motivado. Tengo más que comprobado que soy una persona que rindo cuando tengo buenos estímulos, y en Inesdi lo conseguí. Todo lo que me ocurrió en este centro fue maravilloso. Profesores, compañeros, dirección académica, a todos ellos les debo mucho y les estaré eternamente agradecido. Mención especial les dedico a mis compis. Es formidable el grupo humano que hemos conseguido. Que dure muchos años.
Junio de 2011. Llega el momento de comprobar las posibilidades laborales que tengo. En un entorno económico tan complejo y difícil como el que vivimos las expectativas no son lo más halagüeñas. Que no cunda el pánico, siempre hay luz al final del túnel.
Después de estar en varios procesos de selección durante algunos meses, me empiezo a dar cuenta que no va a resultar tarea sencilla.
Septiembre de 2011. Me decido a empezar mi andadura por cuenta propia y comienzo a trabajar como Community Manager freelance. Al mismo tiempo rondan por mi cabeza varias ideas con visos de convertirse en proyectos. Es el germen de la startup Poolmania.
Enero de 2012. Poolmania recibe una llamada para presentar su proyecto en la 1º Convocatoria de la Aceleradora Social de Cink Emprende y resulta elegido entre los 10 ganadores.
En ese momento comprendí lo que sintió Will Smith en la película "En Busca de la Felicidad" cuando consiguió el trabajo que tanto ansiaba. No tiene precio.
Ha pasado poco más de un año y me considero una persona feliz en mi trabajo. Nunca renuncié a mis sueños ni me conformé con lo que me vino dado. Me quedan muchísimas cosas que hacer, pero con la motivación que tengo ahora todo es posible.
Si te ronda una idea por la cabeza, materialízala en negocio. No esperes a que nadie te solucione la papeleta, porque tienes que ser tú mismo el que de el paso y el que afronte lo que le viene por delante.